1) El primer paso a tener en cuenta en el proceso de instalación de placas solares es obtener una propuesta de instalación fotovoltaica con base a las posibilidades de la vivienda y un análisis del consumo actual que genera la vivienda.
2) La segunda etapa consiste en que un equipo de profesionales realice un estudio previo de la tipología, orientación y superficie de tu cubierta, así como de las posibles sombras asociadas para determinar si se cumplen todos los requisitos para la instalación de placas solares seleccionar la instalación que mejor se amolde a la misma y a tus hábitos de consumo.
3) Una vez hecho esto, deben presentarse al ayuntamiento correspondiente una serie de trámites y licencias para las que, en la mayoría de los casos, debemos esperar a que sean aprobados por el mismo. Además deberán ser abonadas las tasas y/o impuestos correspondientes que procedan en cada caso. Se debe tener en cuenta que se puede contar con bonificaciones para las instalaciones de autoconsumo.
4) Al tener todos los pasos previos cubiertos, ya se puede llevar a la cabo la instalación fotovoltaica en tu tejado.
Lo primero a tener en cuenta es que antes de colocar sobre la cubierta los paneles solares, es necesario situar los soportes para los mismos. Dependiendo de la tipología e inclinación de esta, variará el tipo de estructura a utilizar.
Una vez se tenga ubicada la estructura, debemos fijarla a la cubierta y colocar sobre ella los paneles fotovoltaicos. Dependiendo de la tipología e inclinación de la misma, este proceso se lleva a cabo de diferentes formas.
Una vez esté anclada la estructura sobre la cubierta, los módulos se colocan y fijarán a la misma tras lo que se interconexionan entre sí, para por último ser conectados al inversor.
Luego hay que realizar la interconexión de los paneles. Estos se forman en serie entre los módulos de una misma fila, y en paralelo para conectar las filas entre sí en función de la configuración paneles/inversor. Para realizar esto, es mediante los llamados conectores MC4 para conectar los módulos en paralelo, o directamente al inversor. Es importante realizar un apriete fuerte de conectores, ya que una mala conexión repercutirá de forma negativa al rendimiento global de la instalación ocasionando posibles problemas como los denominados puntos calientes, que también pueden afectar a la propia estructura del panel.
Para esto, primero deberás contar con un inversor híbrido, capaz de gestionar la carga y descarga de las baterías, pues son el elemento más costoso y delicado del sistema. La capacidad de almacenamiento de tus baterías se hará en función de tu demanda y el campo fotovoltaico instalado.
Hay más de una forma de hacerlo, dependiendo de la tensión y capacidad necesaria. La conexión de las baterías se puede hacer en paralelo, en serie o en serie y en paralelo, siempre con baterías iguales. En el caso de las conexiones en paralelo se duplica la capacidad de las baterías, pero mantiene la misma tensión. En el caso de la conexión en serie, los resultados obtenidos van a ser opuestos: se mantiene la capacidad de las baterías, pero la tensión es el doble. Y por último, si optas por una conexión en serie y paralelo, tanto la capacidad como la tensión subirán al doble.
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